jueves, 27 de noviembre de 2014

CRIA DEL GIBOSO O DEL GIRALDILLO
      La adecuada selección de los reproductores es una premisa fundamental para tener éxito en la cría. Quien empareja indiscriminadamente,  sin tener en cuenta las características principales de la pareja, podrá tener de casualidad ejemplares de valía. Nunca se podrá formar una estirpe o plantel de alto valor, si el criador no lleva a cabo un juicioso proceso selectivo basado en las características fundamentales de la raza.
        Un inexperto puede creer que el emparejamiento ideal es el que está formado por una pareja de canarios estéticamente perfectos y que responden muy bien a las características del estándar, pero se ha comprobado que los mejores ejemplares de exposición solo trasmiten a sus hijos una parte de sus cualidades y muchos defectos, genéticamente latentes, si no provienen de un criadero seleccionado durante bastante tiempo.
        Es obvio que para producir Gibosos o Giraldillos excelentes es necesario poseer progenitores de alta calidad, con unos buenos ascendentes (buena genealogía) y dotados de la mejor expresión en su posición y en su comportamiento nervioso. Es muy importante analizar cuáles son los aspectos positivos y negativos de cada uno de los miembros de la posible pareja con el fin de determinar correctamente los ejemplares a acoplar.
        Para llegar a tener un criadero o estirpe homogénea hay que recorrer un largo camino y tener en cuenta varios puntos importantes.
        La elección de los reproductores se debe hacer teniendo presente la norma común a todas las otras razas de canarios, según la cual no se debe nunca acoplar dos intensos porque los hijos degeneran y presentan un plumaje escasísimo y una estructura corpórea imperfecta y retraso en el crecimiento. En estas dos razas no cabe hablar de intensos y nevados de la misma manera que se habla de otras razas; de lo que cabe hablar con más propiedad es de canarios de color intenso con plumaje más o menos largo. El cruce que se debe hacer es el de canarios con diferente longitud de plumaje (uno más largo con otro más corto), nunca el de dos canarios con el plumaje muy corto, pues esto equivaldría a echar dos canarios intensos entre sí.
 


        El emparejamiento de dos nevados (dos ejemplares de plumaje largo) es desaconsejable por las razones opuestas. Los hijos tienden a un desarrollo corpóreo superior al del estándar en el Giraldillo y a un plumaje largo y espeso.
        Lo ideal para un acoplamiento racional es unir un intenso y un nevado. Hay criadores que no están de acuerdo con este consejo y acoplan intenso X intenso y reservándose los machos (¿por qué?) con los que podrán obtener, echándolos con hembras nevadas, buenos intensos privados de defectos.
        Una hembra que tienda a tener un plumaje abundante hay que emparejarla con un macho, posiblemente pintado, de lipocromo muy intenso y plumaje más corto.
  

         Un canario con rizos abundantes (o muy escasos) en uno o ambos flancos, encuentra su mejor compañero en otro que tenga las características perfectas, nunca las características opuestas que serían defectuosas, ya que entonces acumularíamos dos defectos en la dotación genética de nuestros pájaros.

         Este es, brevemente, el secreto para producir buenos canarios de exposición. Pero esto no basta, es necesario constancia y perseverancia para obtener un grupo de individuos que a su vez puedan perpetuar en sus hijos las buenas cualidades.
        Ya que la uniformidad del color no tiene ninguna importancia en estas razas, es bueno criar algunos buenos pintados que servirán para darnos buenos ejemplares de color uniforme.
        Un ejemplar de cuello corto hay que echarlo con otro de cuello larguísimo.


         La falta en un rizo (poco volumen, mala dirección, etc.) será corregida emparejándolo con otro ejemplar que tenga perfecta esa característica.
        La escasa rigidez de las patas puede ser mejorada con otro ejemplar que tenga que tenga las patas perfectamente. Algunos criadores emparejan un pájaro que tiene las patas poco rígidas con otro que tenga el defecto opuesto  (que tenga las patas plegadas hacia delante). Esta práctica la considero errónea pues introducimos en nuestro criadero genes defectuosos que impulsan a los canarios a tener una posición inadecuada, bien en un sentido o en otro.


        El comienzo de la cría no tiene una fecha fija por cuanto el tiempo puede ser variable. Es un error forzar la cría subiendo la temperatura y la luz artificialmente. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

MODIFICACIÓN DEL ESTÁNDAR DEL
RIZADO SUIZO

            Los pasados 21 y 22 de junio de 2014 tuvo lugar en la ciudad de Massy – Palaiseua la reunión de Jueces Expertos de  Canarios de Postura de la C.O.M con el fin de estudiar las propuestas de modificación de diversas razas, y, en su caso, modificar el estándar de dicha raza.
            Por parte de los representantes de Suiza se propone un nuevo estándar para el Rizado Suizo. en ese nuevo estándar se concederían en el apartado Patas 15 puntos, en lugar de los 10 que tiene actualmente, y se unirían los apartados de Cola y Alas, que tienen actualmente 5 puntos cada uno, en uno solo al que se le concederían únicamente 5 puntos.
ESCALA DE PUNTOS ANTIGUA
POSICIÓN  (15 ptos)
TALLA (10 ptos)
CABEZA Y CUELLO  (10 ptos)
PLUMAJE  (10 ptos)
MANTO (10 ptos) 
JABOT (10 ptos)
FLANCOS (10 ptos)
MUSLOS Y PATAS (10 ptos)
COLA (5 ptos)
ALAS (5 ptos)
 CONDICIÓN GENERAL (5 ptos)

ESCALA DE PUNTOS ACTUALIZADA
POSICIÓN  (15 ptos)
MUSLOS Y PATAS (15 ptos)
TALLA (10 ptos)
CABEZA Y CUELLO  (10 ptos)
PLUMAJE  (10 ptos)
MANTO (10 ptos) 
JABOT (10 ptos)
FLANCOS (10 ptos)
COLA y ALAS (5 ptos)
 CONDICIÓN GENERAL (5 ptos)
            Lo realmente importante de este cambio es la nueva valoración que se da a las PATAS, que pasan a ser el segundo criterio de valor en esta raza, por encima de las características de los rizos.           
            En el momento actual hay varias razas de canarios rizados de postura, es decir, canarios rizados que también tienen que tomar una postura determinada. Si el rizado suizo quiere ser un canario diferenciado de las otras razas similares, su característica fundamental y diferencial, tiene que ser la postura. Con ese intento es por lo que se hace esta modificación.

            Las características de los muslos y las patas tienen que tener los muslos visibles y las patas ligeramente flexionadas.
            Este ejemplar sí que toma una postura adecuada, pero tiene las patas demasiado flexionadas. Al tener las patas demasiado flexionadas la postura ya no es totalmente correcta, pues la cola está demasiado metida debajo del posadero, las alas se separan mucho del cuerpo y todo el cuerpo del canario presenta unos ángulos y unos salientes que no se ajustan con la curvatura requerida.
 
            Este canario tiene las patas más rígidas,  ligeramente flexionadas y puede adoptar una forma más curvada del dorso. Las patas flexionadas o poco flexionadas, no influyen en que tenga el cuello más o menos estirado.
            

lunes, 29 de septiembre de 2014

CRÍA EN LÍNEA DE LOS CANARIOS RIZADOS DE POSICIÓN
Los más prestigiosos criadores de canarios admiten que la forma más rápida de conservar  las características de un semental ganador y que produzca pollos de alta calidad, que a su vez den lugar a una línea o plantel con las características del macho originario es con la reproducción en  línea. La pregunta es: ¿cómo se trabaja en línea?

            Los criadores experimentados recomiendan comenzar con dos parejas de canarios. Lo ideal es que procedan del mismo criador, y por lo tanto que ya estén relacionados, por lo menos ligeramente.  Lo primero que hay que hacer es conseguir un ejemplar de muy alta calidad, que va a ser el punto de partida del futuro plantel. Si en vez de un ejemplar conseguimos dos, mejor que mejor, y si las hembras también son de mucha calidad lo tendremos mucho más fácil, y  conseguiremos más rápido  el plantel que deseamos construir.
            En la cría en línea  lo importante es eliminar todos los genes que restan calidad a los ejemplares con los que comenzamos (y a su descendencia), con lo que se obtienen resultados más predecibles, y se puede trabajar de manera realista en la mejora del criadero. Veamos cómo se lleva a cabo este sistema de cría.
 El primer año se hacen dos parejas
             Se puede observar que cada polluelo producido lleva 50% de su línea de sangre de los padres originales, 50% heredado de su padre, y 50% de su madre. Las aves pueden o no mostrar las características de sus padres, depende de qué ave sea la más dominante. Esto se puede comprobar en el 2º año. Si los hijos ya se parecen mucho (en las cualidades o en los defectos) a uno de los progenitores, ya sabemos que es dominante sin necesidad de esperar al segundo año.
 
Opciones de emparejamiento segundo año.
         El 2º año hay varias posibilidades. Suponiendo que tengamos un número razonable de canarios jóvenes, es posible emparejarlos de varias maneras diferentes:
            Primera opción.  La pareja 1 se puede echar con sus hijos (macho con una hija, hembra con un hijo). De manera similar se puede hacer con la pareja 2. Esta forma de criar en línea se conoce como endogamia, y se utiliza para determinar si los caracteres de los padres son dominantes entre todos los caracteres que hay en el criadero.
            Los resultados se muestran a continuación:

            Aquí, los jóvenes llevarán el 75% de la sangre original  del padre, y el 25% de la sangre original de la madre. Los pollos deben mostrar un marcado parecido con el padre. Mientras que la influencia de la madre también debe ser visible.
            El emparejamiento anterior producirá pájaros que se parecen a su padre, modificados ligeramente debido a la influencia de la madre en el emparejamiento inicial. Si los hijos nacidos son muy diferentes a los del padre (y de peor calidad), entonces el macho no es adecuado para la cría y hay que descartarlo del programa de cría.
 
                        Todo lo que se acaba de decir es válido para el cruzamiento de la Hembra 1 con uno de sus Hijos del primer año.
            Segunda opción Consiste en emparejar los hermanos y hermanas de la misma pareja, con lo que se retendría el 50% del patrimonio genético de los padres originales. Sería producir aves de valor similar a sus padres. Hay que recordar que al igual que se refuerzan los aspectos positivos, también se refuerzan los negativos, por lo que hay que tener mucho cuidado en cómo se utiliza cualquier joven si se continúa con esa línea en particular. Hay que eliminar sin contemplaciones un ejemplar que presente defectos o que salgan en sus descendientes.
             Este tipo de forma de cría es muy útil cuando se necesita comprobar la dominancia de un pájaro determinado (es decir, si trasmite sus caracteres: una buena posición, un cuello largo, unos rizos bien marcados, etc.), o si se necesita recrear un pájaro específico,  por ejemplo, si un  pájaro ya es viejo para la reproducción, pero todavía tiene o ha tenido una poderosa influencia como semental (se deben echar un hijo y una hija de él con la seguridad que el 50% de sus genes se transmitirán y se conservarán en el criadero).
            Una tercera opción en su segundo año, es cruzar a los jóvenes de la pareja 1  con los jóvenes de la pareja 2, o un joven de la pareja 1 con alguno de los padres de la pareja 2. Para sacar el máximo provecho a  este cruce es por lo que es conveniente haber comprado todos los canarios de un mismo criador y así no extender demasiado la reserva genética con la que se está trabajando.
             Este cruce, sobre todo es adecuado cuando se tiene un aspecto de calidad que está muy claro en la segunda línea y se quiere  introducir en la primera, o viceversa. Por ejemplo, si los pájaros de la línea 1 (padres e hijos) tienen unas patas de gran calidad y los de la línea 2 las tienen de una calidad inferior, se deben cruzar  un hijo de la línea 1 con una hija de la línea 2, para mejora las patas de la línea 2. Idealmente, este cruce se realiza cuando la línea 1 contiene puntos positivos similares a los que tienen los pájaros de la línea 2, y además, otra característica adicional (patas de gran calidad) que es la que estamos intentando introducir.
            No tiene sentido utilizar las aves que no coincidan con las características fundamentales que existen (o que se buscan) en su línea, ya que si no se produce un cajón de sastre  de jóvenes, y si se utilizan todos se apresura su decadencia, en lugar de mejorar su línea al año siguiente.
            Llegados a este punto, es importante recordar que el criador está buscando un ave que tenga las características de su primera línea, pero que destaca en la característica adicional que desea incorporar y que procede de la segunda línea. Si los emparejamientos  han demostrado que el macho original es dominante, entonces el criador tiene que buscar una hembra compatible, o viceversa, y todas las otras aves criadas que no cumplan este requisito deben desecharse.
Hay que destacar que los aficionados con experiencia emparejan un macho con dos o más hembras en el primer año. Esto, gracias a su experiencia,  les permite evaluar la calidad de las crías producidas en comparación con su padre, y determinar sin necesidad de apareamientos de prueba si  se debe continuar trabajando con el macho o no.

Emparejamientos del 3er año.
            El tercer año en el desarrollo de una  línea permite reproducir, genéticamente, aves muy similares al padre original, ligeramente modificados por la influencia de las hembras, pero reduciendo al mínimo los efectos de otras aves.
            Al emparejar el macho original con una de sus hijas del 2º año, que tenía un 75% de sangre del padre, se obtienen unos canarios con el 87,5% de la sangre del padre. Los canarios nacidos de este cruce han debido mejorar levemente, y si no es el caso (debido casi seguramente a la influencia de la hembra original)  no tiene mucho sentido seguir esta línea de trabajo. Todos los emparejamientos realizados estaban encaminados a retener y maximizar las características del macho  (o de la hembra, que se habría utilizado siempre como reproductora). Si el macho era un canario excepcional los nuevos hijos también lo serán y ya se habrá llegado a establecer una línea.

Trabajando de forma continua con el macho cabeza de línea, es posible minimizar la influencia de las hembras (pero si estas son de una gran calidad similar a la del macho, no hay que minimizar nada), siempre que el macho sea dominante.
            ¿Y qué se hace después del tercer año? Pues se sigue trabajando con lo que tenemos, procurando echar el mejor con el mejor, o un pájaro con ligeros defectos con otro que tenga esa característica de gran calidad. Además hay que emparejar teniendo en cuanta lo de intenso X nevado, lo de plumaje largo X corto, etc. Conviene hacer emparejamientos de pájaros estrechamente emparentados entre sí, con la finalidad de que los genes sean lo más parecidos posible en todo el criadero, y por otro lado emparejar canarios que estén emparentados de forma muy lejana (uno o dos abuelos iguales; tíos abuelos comunes; primos segundos; etc.), para evitar los inconvenientes de una consanguinidad prolongada y muy cercana.
             Hay que recordar que se puede establecer una línea de cría que destaque en cualquier punto del estándar o en cualquier característica deseable: longitud, forma de los hombros, calidad de la cabeza, fertilidad, alimentación de los polluelos, vitalidad, o cualquier otro aspecto. Hay criadores que prestan mucha atención a las cualidades reproductoras, para así obtener un mayor número de ejemplares y tener donde seleccionar. Por desgracia es muy frecuente olvidarse de dichas cualidades  (fertilidad, alimentación de los polluelos, vitalidad de los mismos, etc.) y confiar todo a las nodrizas.  
            Un punto final acerca de la cría en línea. Eligiendo sabiamente la población inicial (adquiriendo las aves a un mismo criador), se reduce al mínimo la necesidad de obtener pájaros adicionales, facilitando así el éxito en el promedio de los pájaros criados. El canaricultor que está desarrollando su criadero, cuando tenga necesidad, puede ir  de nuevo a su fuente original para adquirir alguna ave; ave que se ha generado a partir de la misma línea de origen de las aves que él tiene ahora y que por lo tanto encaja en su línea. Este es un recurso mucho mejor que tomar cualquier cosa de otro criadero (aunque sea un canario excepcional) que no tiene nada que ver con el origen del nuestro. Todo criador habrá conservado sus mejores aves para su propio uso, por lo que al volver a adquirir un ave del criadero de origen, se están adquiriendo pájaros más seleccionados que beneficiarán de inmediato a las aves de nuestro criadero.
            Si se introduce un ave excepcional de otro criadero, lo primero  que hay que hacer es probarla con nuestros pájaros y ver los resultados que se obtienen, hasta la segunda o tercera generación para ver si son compatibles con los nuestros.
            La alternativa de tomar como parejas iniciales pájaros de diferentes criaderos que no están relacionados de ninguna manera tiene como consecuencia que se  producirán resultados azarosos, imprevisibles e incontrolados,  y se introducirán muchas características no deseables  que serán difíciles de eliminar, y que los resultados seguirán siendo impredecibles año tras años.

            La cría en línea ofrece un camino progresivo hacia delante en la mejora de los ejemplares de un criadero. Los criadores que suelen tener pájaros campeones año tras año o que están constantemente entre los mejores utilizan la cría en línea en un grado de mayor o menor pureza.


jueves, 28 de agosto de 2014


El GIBBER ITALICUS
Giuseppe Vaccari.

        Por casualidad me he encontrado con este antiguo libro que vi en las pajarerías en la década de los años 70 y comienzos de los 80 (no viene el año de edición). En aquel momento no le presté atención pues sobre todo me interesaban los canarios Roller.
        Hay cosas que me parecen interesantes y curiosas, además de su valor histórico y documental. En determinadas páginas hay fantasías y datos inventados. Por desgracia esto ha sido frecuente en las publicaciones, y en muchas ocasiones se ha originado bastante confusión entre los criadores y aficionados, y lo que es peor, estas fantasías y datos inventados se han propagado por muchos lugares y entre muchos aficionados.   

        Gibber Italicus es el nombre que la Federación Ornitológica Italiana ha dado a una raza de canarios seleccionada en Italia por criadores apasionados de lo bello, y de lo bello y difícil de obtenerse. Se escogió este nombre después de una larga discusión entre diversas tendencias, cada una de las cuales proponía un nombre diferente.
        ¿Cómo han hecho nuestros criadores para obtener una raza casi perfecta?
        Han utilizado mucha paciencia y meticulosidad.
        Sería lógico pensar que primero crearon un modelo de perfección para llegar a una meta prefijada, pero este modelo de perfección nadie lo ideó ni nadie lo publicó.
        Increíble pero verdad, este modelo se trasmitió de boca en boca entre los criadores, ayudados por los jueces de entonces. Era necesario reducir la talla de los ejemplares, reducir el fino plumaje y reducirlo al mínimo posible, corregir los tarsos para mejorar su rigidez e impedir que la rodilla se doblase.
        ¿Con qué material comenzaron los italianos para conseguir esta meta?
        Los canarios que nosotros teníamos y que llamábamos belgas no provenían de Bélgica, sino de España.
        Algunos criadores napolitanos, pagando bastantes liras, sacaron de ese país los mejores ejemplares, y con el tiempo constituyeron un verdadero y propio patrimonio canarícola.
        Si no hubieran llegado los Sajones (canarios de color) los Gibber habrían sido los canarios nacionales por excelencia, en cuanto que eran solicitados por todos los italianos.
        Recuerdo que en la ciudad de Módena había admiración por el canario que hoy llamamos Gibber.
        Me gusta recordar un suceso ocurrido en 1937 y del que fui protagonista. Me habían dicho que en Nápoles había unos canarios Bossu excepcionales y me dirigí hacia allí con la intención de adquirir algunos ejemplares valiosos.
        Me acompañó un amigo, actualmente criador del Gibber, y entusiasta del proyecto.
        En Nápoles visitamos en primer lugar el criadero Cerlino que se consideraba como el que tenía los ejemplares más próximos al estándar.
        El Cerlino nos acogió con mucha cordialidad y rápido salimos donde tenía el criadero.
        No vimos más de veinte ejemplares, pero todos ellos de una finura y de una perfección inconmensurable.
        Si debo exponer mi opinión no me atrevo a decir que aquellos Bossus provenían de España. Todos eran muy voluminosos en relación a un Gibber. Pudimos observar que los canarios, agrupados de seis en seis, adoptaban una posición perfecta que hacía pensar en algo mágico.
        Patas rígidas, plumaje no muy reducido, (pero que para aquel tiempo estaba bien), talla superior a la del actual Gibber, cuello larguísimo que acababa en una cabeza pequeñísima.
        Vistas estas maravillas y después de una larga conversación, el Cerlino nos cedió una hembra. A continuación iniciamos la visita a  otros criaderos.
        Fuimos al criadero Casati donde había siete habitaciones de cría dedicadas al Bossu. Su calidad era inferior al del criadero Cerlino, pero en este criadero nos vendieron una pareja. Con tres canarios volvimos a Módena.
        Nuestra llegada fue todo un éxito, aunque no traíamos la esencia (lo mejor) de lo que habíamos visto.
        He querido recordar este suceso para poner en evidencia la gran pasión que ya existía hace tantos años por nuestro canario.
        El término Gibber fue puesto después de cambios de opinión entre diversos sectores de la canaricultura italiano. Un grupo de apasionados criadores proponía el nombre de SEPTEM ITALICUS: En otras palabras: canario en forma de 7 creado en Italia.   Sostenían que esta denominación era la adecuada puesto que el canario no tenía ninguna gibosidad, y que sí adoptaba la forma de 7.
        El nombre de Gibber posiblemente fue dado como homenaje a la raza originaria a partir de la cual se habían originado otras razas.
        Existen canarios que provienen del Japón y que se llaman “Belgian Fancy”, es decir, como el pequeño canario belga.

  Yo veo en España los primeros Bossus Belgas japoneses en 1970, que en realidad eran Hossos Japoneses y que así los llamaban.
        También en Japón se ha trabajado sobre el Bossu Belga, pero no modificando mucho la raza, pues solo se ha disminuido. ¿Cómo si no se supiese que los japoneses disminuyen todo? ¡Aunque aquí también hemos sido capaces!
        A diferencia de nuestro canario esta raza japonesa si que es jorobada y pequeñísima.
        Hace treinta años se criaba en Italia el Bossu Belga, un canario con muchas características que luego encontramos en el Gibber, como la rigidez de las patas, el plumaje bien delineado en partes concretas: flancos, espalda y pecho, pero provisto de características o modificaciones conseguidas o desaparecidas por el trabajo de selección constante y riguroso, que han sabido llevar a buen fín nuestros criadores.


        Estos Bossus Belgas Italianos debían ser Rizados del Sur, a los que se reduce la talla y la escasez de plumaje  realizando emparejamientos sucesivos de intenso x intenso.
       La selección es la actuación más importante y la responsable de las modificaciones más importantes de esta raza de canarios.
        Recientemente se ha tenido noticia de la existencia de algún modesto criador del Bossu Belga, pero la mayor parte no lo conoce, o si lo conocen y crían no lo manifiestan.

 
        En 1966 el Bossu Belga estaba totalmente reconstruido en Bélgica por M. Dawans.
        España, como ya se ha dicho, fue para los canaricultores italianos, la más preciosa fuente de refuerzo del Bossu.
        Indudablemente esta raza, además de ser la preferida, en ese país tenía unas condiciones ambientales adecuadas.
        El clima y otros factores como la alimentación, la manera de cuidar  el criadero, etc. hicieron  del Bossu criado en España un ejemplar que los criadores italianos preferían a los que precedían de Lilla ¿? (quizá se refiera a la ciudad francesa de Lille).
        Este último, además de tener además de tener una mayor talla, presentaba rizos más abundantes, como los del Holandés del Sur.
        No hay duda que el clima cálido influye sobre algunos aspectos de los rizos. Se nota que algunos de nuestros criadores del Norte (de Italia)  no consigue obtener los magníficos resultados  conseguidos por los del Sur (de Italia), y particularmente la acentuación de determinadas características que son más difíciles de obtener en los criaderos del Norte mientras que no lo es para los criaderos que se encuentran en el Sur.

 
        El Gibber necesita un clima de una temperatura constante, suficiente para mantener el calor corporal de un pájaro que prácticamente está desnudo.
        ¿Cómo se va a conseguir esta temperatura en los criaderos del Gibber del norte de Italia? Solamente con calor artificial. Entonces es cuando se puede comprender la mayor dificultad que tienen los criadores septentrionales para conseguir estirpes excepcionales de esta raza de canarios.
        Pocos años de selección son suficientes a los criadores del sur de Italia para obtener, a partir de unos pájaros con una disposición del plumaje que no es perfecta por su voluminosidad y una talla excesiva, bisnietos con todas las características mejoradas en los aspectos más importantes: reducción de la talla y proporcionados en todo.
        Se podría hacer una comparación entre estos resultados y los que obtienen los criadores  de otros animales, como por ejemplo los que sirven para obtener pieles: en un clima frío la piel es más espesa, mientras que en uno cálido es menos tupida.
        Podríamos hacer otra comparación. En la Italia septentrional se crían los mejores Rizados de París, con plumaje abundante y espeso, mientras que en la meridional esta circunstancia no se da.
       Ya que las cualidades del Gibber son exactamente las contrarias – pues debe tener los rizos limitados al máximo – es evidente que una constante selección de esta característica viene indudablemente influenciada favorablemente por un clima cálido.

 
        El Gibber posee los rizos típicos de los canarios rizados, pero mucho más pequeños, debido a la  cantidad de plumaje (tanto que determinadas zonas están desnudas) y por la longitud de las plumas que componen los rizos.
        Hubo un tiempo en que el Gibber era muy apreciado por muchos criadores septentrionales, que competían en saber hacer y afición con los del sur, sin superarles todavía.
        Después esta raza vino a menos en el norte, excepto en los criaderos de dos o tres aficionados, muy apasionados por esta raza a la que dieron preferencia en sus criaderos.
        El Gibber es el primer canario italiano que ha sido reconocido por la Confederación Ornitológica Mundial. Esta raza es un modelo de perfección, de armonía y de elegancia. Es la prueba de las grandes posibilidades que el canario puede ofrecer a aquellos criadores cuya competencia es tal que se permiten provocar lentas modificaciones estructurales gracias a una constante selección y a juiciosos emparejamientos.


jueves, 24 de julio de 2014

RIZADO SUIZO


El origen de la raza es bastante bien conocida. La Sociedad Ornitológica de Basilea compró en 1870 en una exposición en Colonia los llamados pájaros de  París.   Pronto se vio que en varios puntos  de Suiza  aparecen estas aves. Con la importación de estos pájaros también entró en el país el nombre de holandés que eran pájaros resultantes de mezclas entre las incipientes razas rizadas. A finales de los años 80 del siglo 18 los criadores deciden hacer un reglamento uniforme para los canarios Swiss-holandeses. Su trabajo llegó a la aprobación, y en una reunión en Basilea nació el Frise Suisse.

 

Lo dicho anteriormente no supone que haya documentos fehacientes sobre el nacimiento de la raza.  De acuerdo con los documentos disponibles, el Frisé suizo  se originó en torno a 1900. En ese momento todavía se cruzaba con otros pájaros formando un tipo de híbridos a los que se denominaba con el  nombre genérico de "holandés", debido al parecido de las aletas del canario con la cofia holandesa. .Estos canarios debían ser diferentes del Frise de Roubaix, que ya poseía la llamada "posición de águila" (debía ser una posición bastante erguida). ¿cómo van surgiendo las diferentes razas precursoras de las actuales?. Estos canarios híbridos holandeses se criaban en el sur de Europa, Munich, Viena, Basilea... El aislamiento era relativo y se intercambiaban pocos pájaros para la reproducción. Este aislamiento dio lugar a diferenciaciones entre unas zonas y otras. Estas diferencias fueron en aumento y se empezaron a utilizar nombres diferentes  en las diversas zonas. Pero posiblemente las diferencias no fueron muy grandes y las diversas razas tenían un gran parecido entre sí.   


La descripción del estándar del Frise suizo es casi idéntica a la de Holandés del Sur.  Ambas razas presentan los tres rizos básicos que son exactamente iguales. . Todas las demás partes con plumas,  tienen que ser necesariamente lisas y con plumaje suave.  Ambas razas tienen unos criterios de evaluación que difieren poco el uno del otro, sólo se cambia un poco el orden de los diversos apartados y las puntuaciones. Los apartados que son diferentes son las patas y la posición. Hay aficionados que en el Holandés del Sur se centran en la posición y en las patas rectas; mientras que en el Rizado Suizo se centran en la actitud (pero no explican en que consiste exactamente lo que ellos llaman actitud). Yo diría que en los que se centran es en la posición en forma de media luna y en la de las patas que no deben estar totalmente verticales.  
El Frise suizo es un canario rizado de posición. Se puede presentar con todos los colores excepto el color rojo.