sábado, 30 de septiembre de 2017

FORMACIÓN DE PAREJAS EN EL RIZADO DEL SUR
         En caso de querer formar una pareja con estos dos ejemplares, la elección está mal hecha. Los pájaros deben tener las mismas cualidades y distintos defectos. Los defectos de uno tienen que ser compensados por las cualidades del otro. Esta regla fundamental aquí no se cumple en todos los aspectos. 
         La posición de las patas no está bien en ninguno de los dos, así que este defecto se refuerza y se afianza más en el criadero.
         La cabeza y la posición del cuello son buenas en los dos canarios, y esta cualidad se reforzará.
         Los rizos de los flancos o aletas son muy débiles en los dos y están mal marcados. En uno de ellos parece que falta el rizo de un costado. Con este emparejamiento este debilitamiento y esta mala definición de las aletas se reforzará y se extenderá más entre los canarios de nuestro criadero.  
 
 

                        Esta pareja parece que está muy bien hecha. 
         La pega que le veo en las fotos es la de la posición de las patas que no es la correcta. Si esto es una cosa momentánea no hay ningún problema, pero si los pájaros no toman su posición correcta de forma habitual, el problema continuará en el criadero y posiblemente se agrave.
         Los rizos del pecho son buenos en los dos y esta cualidad se reforzará. Lo mismo parece que ocurre con los rizos de la espalda.
         Las aletas no están bien definidas del todo en el ejemplar de fondo negro, y en el otro están mucho mejor marcadas y son más amplias. De esta manera se compensa el pequeño defecto de uno de ellos con la buena calidad del otro canario.
 

Esta pareja está bien compensada.
 Los dos ejemplares tienen una buena posición, por lo que es muy probable que los hijos saquen esta buena cualidad.
El amarillo tiene el pecho mejor que el naranja (aunque no sea malo) y esta característica será reforzada en los hijos, que tendrán el pecho mejor que el naranja e igual o algo peor que el amarillo.
       El amarillo tiene las aletas mal definidas y escasas. El naranja las tiene bien marcadas. Las crías pueden sacarlas mejor que el amarillo y así, poco a poco, esta característica (unas aletas bien marchadas) se irá reforzando en nuestro criadero.