CRÍA EN LÍNEA DEL MELADO TINERFEÑO
Los
más prestigiosos criadores de canarios admiten que la forma más rápida de conservar
las características de un semental
ganador y que produzca pollos de alta calidad, que a su vez den lugar a una
línea o plantel con las características del macho originario, es con la
reproducción en línea. La pregunta
es: ¿cómo se trabaja en línea?
Lo primero que hay que hacer es
conseguir un ejemplar de muy alta calidad, que provenga de un criadero donde la
calidad media sea lo más alta posible y donde los peores ejemplares no tengan
menos de 86 u 87 puntos. Ese ejemplar de muy alta calidad va a ser el punto de partida del futuro
plantel. Si en vez de un ejemplar conseguimos dos, mejor que mejor, y si las
hembras también son de mucha calidad lo tendremos mucho más fácil, ya que conseguiremos más rápidamente el plantel que deseamos construir. Los
criadores experimentados recomiendan comenzar con dos parejas de canarios; otros
recomiendan empezar con tres. Lo ideal es que procedan del mismo criador, y por
lo tanto que ya estén relacionados, por lo menos ligeramente.
En la cría en línea lo importante es eliminar todos los genes que
restan calidad a los ejemplares con los que comenzamos (y a su descendencia), para
así obtener resultados más predecibles,
y poder trabajar de manera realista en
la mejora del criadero. Veamos cómo se lleva a cabo este sistema de cría.
El primer año se hacen dos o tres parejas. El
criterio para hacerlas varía de unos criadores
a otros. Según algunos se debe echar el mejor macho con la mejor hembra;
para otros lo mejor es hacer una pareja en la que los dos ejemplares se
complementen y entre los dos se tenga un ejemplar ideal. Si uno de los
ejemplares no tiene las patas en perfecta posición hay que emparejarle con otro que las tenga lo
más perfectas posible; si una aleta la tiene de menos volumen que la otra hay
que emparejarle con otro que las tenga
iguales; y así con el resto de las características esenciales.
Las características esenciales del MELADO,
por orden de mayor a menor importancia son:
la Posición, el Cuello, la Talla y la presencia de los tres Rizos.
Los reproductores, para conseguir un
plantel de calidad, deben tener como mínimo las siguientes puntuaciones en los
apartados esenciales:
Cabeza y Cuello entre 32 y 34 puntos
entre los dos apartados.
Talla, Jabot, Manto y Alas y Flancos
entre 34 y 36 puntos entre los cuatro apartados.
Una vez seleccionados los
reproductores a emplear que cumplan los requisitos anteriores formaremos un
mínimo de dos parejas.
Se puede observar que cada polluelo
producido lleva 50% de su línea de sangre de los padres originales, 50%
heredado de su padre, y 50% de su madre. Las aves pueden o no mostrar las
características de sus padres, depende de qué ave sea la más dominante. Esto se
puede comprobar en el 2º año. Si los hijos ya se parecen mucho (en las
cualidades o en los defectos) a uno de los progenitores, ya sabemos que es
dominante sin necesidad de esperar al segundo año. Si en lo que más se parecen
es en los defectos, y los tienen mayores que los padres, debemos de eliminar como reproductores a los
padres, o intentar cambiarles de pareja para ver como salen las crías; si las
crías vuelven a salir con defectos, hay que desecharlos como reproductores
definitivamente pues esos defectos parece que son genéticamente dominantes.
Opciones de emparejamiento segundo
año.
El 2º año hay
varias posibilidades. Suponiendo que tengamos un número razonable de canarios
jóvenes, es posible emparejarlos de varias maneras diferentes:
Primera
opción. La pareja 1 se puede echar
con sus hijos (macho con una hija, hembra con un hijo). De manera similar se
puede hacer con la pareja 2. Esta forma de criar en línea se conoce como
endogamia, y se utiliza para determinar si los caracteres de los padres son dominantes.
Los resultados se muestran a
continuación:
Aquí, los jóvenes llevarán el 75% de
la sangre original del padre, y el 25%
de la sangre original de la madre. Los pollos deben mostrar un marcado parecido
con el padre. Mientras que la influencia de la madre también debe ser visible
aunque menos marcada.
El emparejamiento anterior
producirá pájaros que se parecen a su padre, modificados ligeramente debido a
la influencia de la madre en el emparejamiento inicial. Si los hijos nacidos
son muy diferentes a los del padre (y de peor calidad), entonces el macho no es
adecuado para la cría y hay que descartarlo del programa de cría. Igualmente
hay que descartar a los padres si las crías nacen con defectos fisiológicos o
mueren en el nido. Las taras fisiológicas (dedos o patas torcidas, cuellos que
se caen, debilidad para moverse, saltar o volar, etc.) arruinan un criadero más
pronto que tarde.
Todo
lo que se acaba de decir es válido para el cruzamiento de la Hembra 1 con uno
de sus Hijos del primer año.
Segunda opción Consiste en emparejar
los hermanos y hermanas de la misma pareja, con lo que se retendría el 50% del
patrimonio genético de los padres originales. Sería producir aves de valor
similar a sus padres. Hay que recordar que al igual que se refuerzan los
aspectos positivos, también se refuerzan los negativos, por lo que hay que
tener mucho cuidado en cómo se utiliza cualquier joven si se continúa con esa
línea en particular. Hay que eliminar sin contemplaciones un ejemplar que
presente defectos o que salgan en sus descendientes.
Este tipo de forma de cría es muy útil cuando
se necesita comprobar la dominancia de un pájaro determinado (es decir, si
trasmite sus caracteres: una buena posición, un cuello largo, una buena talla,
etc.), o si se necesita recrear un pájaro específico, por ejemplo, si un pájaro ya es viejo para la reproducción, pero
todavía tiene o ha tenido una poderosa influencia como semental, (se deben
echar un hijo si lo que queremos recrear es una hembra, o una hija si lo que queremos recrear es un macho, con la
seguridad que el 50% de sus genes se transmitirán y se conservarán en el
criadero).
Una tercera opción en su segundo año,
es cruzar a los jóvenes de la pareja 1
con los jóvenes de la pareja 2, o un joven de la pareja 1 con alguno de
los padres de la pareja 2. Para sacar el máximo provecho a este cruce es por lo que es conveniente haber
comprado todos los canarios de un mismo criador y así no extender demasiado la
reserva genética con la que se está trabajando.
Este
cruce, sobre todo es adecuado cuando se tiene un aspecto de calidad que está
muy claro en la segunda línea y se quiere
introducir en la primera, o viceversa. Por ejemplo, si los pájaros de la
línea 1 (padres e hijos) tienen una posición de gran calidad y los de la línea
2 la tienen de una calidad inferior, se deben cruzar un hijo de la línea 1 con una hija de la línea
2, para mejorar la posición de la línea 2. Idealmente, este cruce se realiza
cuando la línea 1 contiene puntos positivos similares a los que tienen los
pájaros de la línea 2, y además, otra característica adicional (posición de
gran calidad) que es la que estamos intentando introducir.
No
tiene sentido utilizar las aves que no coincidan con las características
fundamentales que existen (o que se buscan) en su línea, ya que si no se
produce un cajón de sastre de jóvenes, y
si se utilizan todos se apresura su decadencia, en lugar de mejorar su línea al
año siguiente.
Llegados
a este punto, es importante recordar que el criador está buscando un ave que
tenga las características de su primera línea, pero que destaca en la
característica adicional que desea incorporar y que procede de la segunda
línea. Si los emparejamientos han
demostrado que el macho original es dominante, entonces el criador tiene que
buscar una hembra compatible, o viceversa, y todas las otras aves criadas que
no cumplan este requisito deben desecharse.
Hay que destacar que los aficionados
con experiencia emparejan un macho con dos o más hembras en el primer año.
Esto, gracias a su experiencia, les
permite evaluar la calidad de las crías producidas en comparación con su padre,
y determinar sin necesidad de apareamientos de prueba si se debe continuar trabajando con el macho o
no.
Hay criadores
que realizan los tres tipos de emparejamiento de los que acabamos de hablar,
ven cuales les dan mejores resultados y posteriormente insisten, aunque no con
exclusividad, en ese tipo de emparejamientos.
Emparejamientos del 3er año.
El
tercer año en el desarrollo de una línea
permite reproducir, genéticamente, aves muy similares al padre original,
ligeramente modificados por la influencia de las hembras, pero reduciendo al
mínimo los efectos de otras aves.
Al emparejar el
macho original con una de sus hijas del 2º año, que tenía un 75% de sangre del
padre, se obtienen unos canarios con el 87,5% de la sangre del padre. Los
canarios nacidos de este cruce han debido mejorar levemente, y si no es el caso
(debido casi seguramente a la influencia de la hembra original) no tiene mucho sentido seguir esta línea de
trabajo. Todos los emparejamientos realizados estaban encaminados a retener y
maximizar las características del macho
(o de la hembra, que se habría utilizado siempre como reproductora). Si
el macho era un canario excepcional los nuevos hijos también lo serán y ya se
habrá llegado a establecer una línea.
Trabajando de
forma continua con el macho cabeza de línea, es posible minimizar la influencia
de las hembras (pero si estas son de una gran calidad similar a la del macho,
no hay que minimizar nada), siempre que el macho sea dominante.
¿Y qué se hace después del tercer año?
Pues se sigue trabajando con lo que tenemos, lo que se puede hacer de dos
maneras:
-
echando el mejor con el mejor.
-
echando un pájaro con ligeros defectos con otro que tenga esa característica de
gran calidad.
Además hay que emparejar teniendo en cuanta lo
de intenso X nevado, lo de plumaje largo X corto, etc. Conviene hacer emparejamientos
de pájaros estrechamente emparentados entre sí, con la finalidad de que los
genes sean lo más parecidos posible en todo el criadero, y por otro lado
emparejar canarios que estén emparentados de forma muy lejana (uno o dos
abuelos iguales; tíos abuelos comunes; primos segundos; etc.), para evitar los
inconvenientes de una consanguinidad prolongada y muy cercana.
Hay que recordar que se puede
establecer una línea de cría que destaque en cualquier punto del estándar o en
cualquier característica deseable: longitud, forma de los hombros, calidad de
la cabeza, fertilidad, alimentación de los polluelos, vitalidad, o cualquier
otro aspecto. Hay criadores que prestan mucha atención a las cualidades
reproductoras, para así obtener un mayor número de ejemplares y tener donde
seleccionar. Por desgracia es muy frecuente olvidarse de dichas cualidades (fertilidad, alimentación de los polluelos,
vitalidad de los mismos, etc.) y confiar todo a las nodrizas.
Un
punto final acerca de la cría en línea. Eligiendo sabiamente la población
inicial (adquiriendo las aves a un mismo criador), se reduce al mínimo la
necesidad de obtener pájaros adicionales, facilitando así el éxito en el
promedio de los pájaros criados. El canaricultor que está desarrollando su criadero,
cuando tenga necesidad, puede ir de
nuevo a su fuente original para adquirir alguna ave; ave que se ha generado a
partir de la misma línea de origen de las aves que él tiene ahora y que por lo
tanto encaja en su línea. Este es un recurso mucho mejor que tomar cualquier
cosa de otro criadero (aunque sea un canario excepcional) que no tiene nada que
ver con el origen del nuestro. Todo criador habrá conservado sus mejores aves
para su propio uso, por lo que al volver a adquirir un ave del criadero de origen,
se están adquiriendo pájaros más seleccionados que beneficiarán de inmediato a las
aves de nuestro criadero.
Si se
introduce un ave excepcional de otro criadero, lo primero que hay que hacer es probarla con nuestros
pájaros y ver los resultados que se obtienen hasta la segunda o tercera
generación para ver si son compatibles con los nuestros. Si los resultados son
buenos y vemos mejoría en algún o algunos aspectos se continúa con esa ave y
con sus descendientes; si los hijos que se obtienen no son mejores que los que
tenemos en nuestro criadero no interesa tener ese canario como reproductor.
La
alternativa de tomar como parejas iniciales pájaros de diferentes criaderos que
no están relacionados de ninguna manera tiene como consecuencia que se producirán resultados azarosos, imprevisibles
e incontrolados, y se introducirán
muchas características no deseables que
serán difíciles de eliminar, y que los resultados seguirán siendo impredecibles
año tras años.
La
cría en línea ofrece un camino progresivo hacia delante en la mejora de los
ejemplares de un criadero. Los criadores que suelen tener pájaros campeones año
tras año o que están constantemente entre los mejores utilizan la cría en línea
en un grado de mayor o menor pureza.