HISTORIA DEL GIBOSO
ESPAÑOL
La historia del Giboso Español está perfectamente
documentada pues uno de los creadores de
la raza, D. Jesús Jiménez Cossio, ha explicado claramente el proceso de
creación de la misma en varias revistas y especialmente en la revista Pájaros,
nº 12 octubre-diciembre 1992, en la que lo hace de forma exhaustiva. Lo que
sigue es un amplio resumen del artículo anteriormente mencionado.
El canario Giboso Español se ha
conseguido sobre todo gracias al esfuerzo y trabajo de dos personas: D. Antonio
Rodríguez Acuña de La Laguna (Tenerife) y D. Jesús Jiménez Cossio de Alcalá de
Guadaira (Sevilla).
En 1971 estas dos personas
intercambian los primeros canarios: Antonio Rodríguez se lleva varios Finos
Sevillanos del criadero de Jesús Jiménez y le aporta a éste dos Melados; con estos pájaros intercambiados
ambos comienzan a trabajar.
El canario Fino Sevillano era un
canario que se criaba en Sevilla y que se había conseguido a partir del Rizado
del Sur cruzando intenso con intenso para así reducir la longitud de la pluma y
el tamaño de los rizos. Tenía una posición de uno no excesivamente pronunciada,
el cuello largo y liso, flancos pequeños, rizos muy poco extendidos en la espalda y en el pecho de forma que se
veía el esternón desnudo, las patas eran
largas, rígidas y un poco inclinadas hacia atrás, los muslos desplumados, la
cabeza pequeña y la talla de 16/17 cm.
El Melado Tinerfeño que se cruzó con
el anterior no era el Melado Tinerfeño actual, sino que era un canario con
posición en forma de uno, talla 18-20
cm, cuello muy largo, liso e inclinado hacia abajo, pecho y abdomen con plumas
lisas (nada de rizos en el pecho), rizos de los flancos y espalda poco voluminosos,
cabeza algo grande y plumaje nevado.
Estos canarios eran los que criaba D. Antonio Rodríguez Acuña.
Trabajando con estas dos razas y con
los resultados obtenidos de su cruzamiento se consigue sobre 1975 el Giboso
Español casi tal como es en la actualidad.
El Melado Tinerfeño utilizado le transmite al Giboso su posición
en forma de uno, la talla y el cuello largo.
El Fino Sevillano aporta al Giboso
el esternón descubierto, las patas rígidas e inclinadas ligeramente hacia
atrás, los muslos desplumados, la cabeza pequeña y el plumaje intenso.
Una vez casi creado se empieza a
presentarlo en los concursos pero se enjuiciaba según el estándar del Gibber
Italicus ya que era la única raza que se le parecía. Los jueces tenían
dificultades para enjuiciarlo dadas las diferencias entre ambas razas.
En 1979 se decide empezar a trabajar para que estos canarios fuesen
reconocidos como una nueva raza. Lo primero que se hace es confeccionar la
planilla de enjuiciamiento entre aficionados de Tenerife y de San Fernando.
Posteriormente se trató la cuestión del nombre pues los aficionados sevillanos
lo denominaban Giboso Sevillano y los de Tenerife no estaban de acuerdo y
proponían Giboso Español, denominación que finalmente se aceptó en noviembre de
1980.
En diciembre de 1980 se presentan en el nacional F.O.C.D.E celebrado
en Valencia más de 50 Gibosos, pertenecientes a diversos criadores de Sevilla,
para ser estudiados y enjuiciados por
jueces asistentes. El 8 de diciembre se reconoce a estos ejemplares como pertenecientes a una nueva raza, con la denominación de Giboso
Español. Hay que hacer notar que los canarios fueron reconocidos la primera vez
que se presentaron porque entonces no existía el requisito actual que exige la
presentación durante tres años consecutivos.
A continuación se comienzan los trámites para su reconocimiento a
nivel mundial. Se envía a la C.O.M un amplio dossier con la planilla de
enjuiciamiento, características de los pájaros, fotografías y radiografías de
su esqueleto. Se presentan canarios a los siguientes campeonatos mundiales:
1982 Roeselare (Belgica)
1983 Piacenza (Italia)
1984 Pirmasens (Alemania)
Después de haber sido estudiados y enjuiciados por un total de 29
jueces internacionales de Italia, Bélgica, Alemania, Holanda, Inglaterra,
Suiza, Checoslovaquia y Francia y siendo la opinión de la mayoría favorable al
reconocimiento como una nueva raza, se pasa a realizar dicho reconocimiento el
24 de enero de 1984 en Pirmasens (Alemania).
Hasta aquí la historia del Giboso Español. Desde su reconocimiento
oficial la raza se ha ido extendiendo por toda España y numerosos países
extranjeros, tanto europeos como americanos. En los campeonatos mundiales está
ampliamente representada con canarios de gran calidad.
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